1- Reiki Nivel 1

Reiki es el don de preservación de la vida, auto codificado en la composición genética como criaturas de Dios. Es la conexión con el ser superior o energía universal que le da vida a todo.

Nacemos con la sabiduría omnisciente de curar y preservar la vida. Nuestros antepasados usaban esta energía, y su uso se basó en sus propias habilidades e instintos. Por desgracia, estas habilidades básicas han sido olvidadas y rara vez se utiliza hoy en día, porque la humanidad, en su ambición implacable por el progreso, ha renunciado a su don más precioso y natural.

Muchas personas creen que cuando estén listas para abrazar los principios de Reiki serán guiadas a un maestro. Personalmente, creo que el Reiki, con su infinita sabiduría e incondicional amor busca a la persona cuando más lo necesita.

Buda decia. «Nuestro dolor y las heridas son sanados sólo cuando los tocamos con compasión».

Hay una energía omnipresente física que da vida a todos los organismos. Hace ya miles de años hemos conocido esta energía y hemos tratado de desarrollar formas de aprovechar su poder para sanar e influir en nuestras vidas. Los japoneses llaman a esta energía Ki. Es también conocida como Chi por los chinos, Prana por una serie de culturas asiáticas y Espíritu Santo o Dios por la mayor parte del mundo occidental.

Llevamos esta energía en y alrededor de nuestros cuerpos desde el momento en que somos concebidos. La ciencia ha establecido su existencia, y con la ayuda de la fotografía Kirlian somos capaces de ver esta energía que abarca todas las cosas vivientes. Culturas orientales antiguas han aprovechado y aplicado esta energía para la curación desde antes del nacimiento de Jesucristo.

Muchas disciplinas exitosas como el Reiki, Tai Chi, Feng Shui, Meditación, Yoga y acupuntura se han desarrollado para controlar y mejorar en gran medida el flujo de esta energía en y alrededor del cuerpo. Porque esta energía en sí es pura y tiene sabiduría omnisciente.

Esta primera etapa, denominada «Shoden», consiste en activar o despertar ese don natural que tenemos, y que nos permitirá acceder a esa enegía universal omnisciente para actuar como canal.

Sin esta iniciación también podremos realizar Reiki, pero usaremos nuestro propia energía y al término de la sanación nos encontraríamos cansados.

Esta apertura del canal, consiste en una curación para toda la vida y otorga a la persona iniciada la capacidad de transferir energía por imposición de manos en distintas partes del cuerpo o sectores de otros seres vivos.